El director Pablo Maestres y el músico Ferran Palau unen fuerzas una vez más en “Plora Aquí”, un proyecto que, aunque forma parte del universo del nuevo álbum del músico, se presenta como una pieza con identidad propia. Se desvía del formato de videoclip para presentar una historia más compleja: un cortometraje donde criaturas fantásticas toman el protagonismo en un mundo donde nada es lo que parece.
Escrita y dirigida por Maestres, la historia narra la aventura (o desventura) de Snif, un monstruo que habita en el bosque y que se adentra en una sociedad no tan amable como aparenta ser.
Después de encontrarse accidentalmente con una familia y ser atraído por sus pasteles de crema, el monstruo emprende una aventura que revelará la verdadera cara de las personas. Gradualmente, Snif se convierte en la atracción del pueblo, se pone de moda entre sus habitantes, y aparece en los periódicos y en la televisión, mientras no para de engordar más y más.
Una historia llena de contradicciones, tierna y violenta. Un homenaje al cine de los años 80 y 90, a todos aquellos personajes fantásticos e inadaptados.
Una fantasía perversa que critica la sociedad de consumo rápido, la explotación de personajes que rápidamente son idolatrados y descartados, la metáfora perfecta para entender la desconexión actual entre la vida urbana y la naturaleza salvaje.

La pieza utiliza dos canciones del nuevo álbum del músico, al tiempo que cuenta con una banda sonora compuesta y producida para el resto de la pieza por David Gracia, el compositor habitual del director. Con un reparto estelar que incluye al bailarín Rober Gómez como el monstruo Snif, la galardonada actriz Bruna Cusí, y la reconocida modelo Judit Mascó, la pieza fue producida por Roma (España), en coproducción con Superprime (EE.UU.), Spy Films (Canadá), Jamm (EE.UU.), y Hidden Track Records (Cataluña). A pesar de esta producción internacional, la pieza se filmó íntegramente en catalán en localizaciones alrededor de Barcelona.
El proyecto duró casi un año desde su escritura. La construcción de los monstruos, una tarea manual liderada por Agnès C. Olivé, duró unos tres meses y fue una parte fundamental del proceso.
