The Ripples – One Hell Of A Ride

Ya está aquí el álbum rock que te recuerda por qué una banda siempre es mejor si no bebe del algoritmo sino que nace de la honestidad musical

En tiempos de autopistas digitales, The Ripples eligen la carretera secundaria. Estos mallorquines son ninguna banda prefabricada, son un grupo de amigos a los que, como su frontman Toni Sbert nos cuenta «nos da igual lo que esté petando ahora, las nuevas tecnologías, las nuevas tendencias… Ese es nuestro sello de identidad». Pues sí, ir a su bola en un momento en el que, tanto ellos como los que apostamos por The Ripples tenemos claro: que no es necesario descubrir la rueda todo el tiempo sino que importa mucho más el crear música honesta. Y hoy día, eso casi resulta ser lo más original y novedoso que puede hacerse como banda.

One Hell Of A Ride‘ tampoco es un álbum retro, quede claro. Estos mallorquines se inspiran en la música 60’s y 70’s norteamericana, cierto. Pero su enfoque es actual, y estamos hablando de una banda del 2025.

Pero, ¿cómo nació todo? Pues no se cocinó precisamente a fuego lento. Este es un disco rápido, con canciones rápidas, fruto de la celeridad con la que los acontecimientos se sucedieron: «Tuvimos un inicio muy fulgurante y hemos sido capaces de mantener la estela de todo eso». Lo explican así: «en julio de 2023 dábamos nuestro primer concierto y nueve meses después estábamos grabando en Abbey Road. También nueve meses después hicimos gira en Inglaterra. El primer año dimos cincuenta conciertos, curamos a tope con la banda y de repente las cosas empezaron a funcionar. Todo pasaba super deprisa y veníamos de la nada hacia un proyecto que avanzaba.» Nada mal, para no haber pasado ni dos años desde todo ello. Después de la vorágine, vino la reflexión: «Pero sí que te vas dando cuenta de que este es un ritmo muy jodido» apunta Toni. Y de ahí el concepto de este disco, que tan bien detallan canciones como el single ‘No Direction’: «Va sobre cómo en realidad nunca hemos tenido muy claro hacia dónde íbamos; pero llega un punto que estás tan metido en la movida que solo te queda correr hacia adelante hacia la luz porque ir hacia atrás supone volver a la oscuridad y no tiene sentido”.

Y es que esta es la historia que subyace como concepto del disco: «la complejidad de tener una banda, lidiar con cambiar de trabajo porque en un día tocas no sé dónde y luego te vas una semana aquí y otra allá. Compaginar la música con un trabajo fijo es imposible, debes compaginarla también con parejas, amigos y familia. Y todo, sin tener claro hacia dónde estás yendo y si tendrás retribución de todos estos sacrificios al final del camino.», apuntan con sinceridad. En suma, «The Ripples son cinco amigos a los que nos encanta la música, todos músicos, pero nos encontramos ante una realidad que es que no podemos vivir de nuestra pasión o profesión». «Sabemos que vamos un poco a contracorriente de lo que está pasando en la industria musical. Ahora todo es acortar pistas, meter secuencias electrónicas, samples pregrabados..»

‘One Hell Of A Ride’ es un disco de los que echábamos de menos: porque huele a madera, a válvulas y a verdad rock analógica. Además, siguiendo con la filosofía do it yourself: ‘nuestro productor. Tomi Solbas, es amigo nuestro y todo queda entre nosotros. El estudio está en un antiguo teatro abandonado de Calvià en el que Tomi montó su estudio de grabación.»

Y sobre las canciones de este disco…

Si ponemos de ejemplo dos de sus singles, estos plantean dos auténticas películas diferentes. Van en contraposición pero, curiosamente, al final las piezas encajan (aunque, cuando Toni las escribe, lo hace fluyendo y no sepa realmente qué es lo que va a resultar): «‘Never gonna be’ es una canción más despechada, de cuando alguien espera que cambies tus hábitos, tu vida y dice algo como que no, que este soy yo y las cosas no van a cambiar. Así es la vida y tiro para adelante. Y ‘Something’s got a hold on me’ va sobre otra perspectiva, en plan «me encantaría que todo cambiase pero hay algo que no me deja cambiar de rumbo’. Y justo después de esa canción llega «‘No direction’ que evidencia que cuando estás tan metido en tu movida musical ya es muy jodido volver para atrás.”

Los cuatro singles de este brillante disco son: ‘Life in the city’, ‘Never gonna be‘ ‘Something’s got a hold on me‘ y ‘No direction‘. Pero lo mejor es escucharlo en su totalidad.

One Hell Of a Ride‘ pasa en un suspiro, pero un suspiro fugaz que nos recuerda el por qué las bandas siguen siendo algo más que un algoritmo. The Ripples son una historia rock compartida por estos cinco músicos y que ahora ya es toda vuestra.

Comparte en redes
Comments
Loading...